jueves, 30 de julio de 2009

La altanería católica caballeresca de un pescador - Tipos humanos y sociedad orgánica - De la serie Ambientes, costumbres, civilizaciones


Trabajo diversión y trabajo heroísmo
Rostro largo, trazos finos y firmes, mirada penetrante y resuelta, teniendo, con vigor varonil, un gran remo, este pescador vasco tiene una profesión ruda en la que su alma se plasmó y se dignificó.
En todo el sentido de la palabra, él es un hombre.
Es un hombre que tiene la altanería caballeresca de un verdadero cristiano, de un católico auténtico. Toda su personalidad está marcada por el esfuerzo, la lucha y el riesgo.
Se ve que innumerables veces enfrentó los furores o las traiciones del océano, y los dominó. Y que está enteramente dispuesto a una serie incontable de otras empresas audaces.
Subyacente a la fisonomía de este trabajador, y al ambiente que ella trae aparejado, hay toda una concepción católica del trabajo y del dolor.
El sufrimiento existe. Pero es un don admirable de Dios para que el hombre, auxiliado por la gracia, temple y eleve su personalidad.
¿Qué sería este pescador sin las grandes luchas de su existencia? ¿No constituyen su genuina y rutilante gloria?
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Del artículo "Trabajo-diversión y trabajo-heroísmo", de la Serie "Ambientes, Costumbres, Civilizaciones", años 50-60, transcripto de "En busca de almas con alma"-"Extractos del pensamiento de Plinio Corrèa de Oliveira", recogidos por Leo Daniele, II serie, San Pablo, Brasil, 1998, Ed. Brasil de Amanha

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